Hace tiempo que tenía ganas de cambiar un poco el espacio que tenemos en el salón y poner una alfombra. Ahora que llega el otoño y pasaremos más tiempo en casa me pareció buena idea tener un puf para que Mia se pueda relajar y mirar cuentos por las tardes. Me parecía básico que pudiera lavar y decidí hacerlo en dos partes. El puf interior,  que contiene las bolitas de porexpan y el exterior, con un tejido estampado y poniendo en la base hule o tejido encerado que poder limpiar con un paño mojado entre lavado y lavado.

Os cuento los pasos con detalle.

Para el puff interior he utilizado un tejido de algodón más grueso que el algodón de patchwork pero más fino que una loneta. Lo ideal sería usar una loneta por ser más resistente, pero yo he querido utilizar un tejido que ya tenía en casa y que me ha dado buen resultado. Cortamos las piezas con las medidas y sólo hay que ir cosiendo una con otra poniendo atención a las uniones de las esquinas para que no se escape en ningún momento el relleno una vez acabado el puf. Dejamos un hueco para poder poner el relleno, lo ponemos y cosemos bien para que no haya fugas en el futuro.

A la hora de rellenar no tienes que utilizar toda la capacidad del puf, tienes que dejar espacio para que al sentarte el relleno se amolde a la persona que se sienta. Para calcular el relleno que necesitas hay algunas páginas en internet en las que poniendo las medidas te calcula lo que necesitas. Para el que yo he hecho compre un saco de 200l que me salió unos 30 euros y de los que me ha sobrado lo suficiente para hacer dos o tres cojines.

Quizás es un poco rollo trabajar con piezas grandes si no estás acostumbrada, pero si lo haces poniendo un poco de atención no tiene otra dificultad.

 

Vamos a por el exterior.

Para el exterior he utilizado una loneta y aquí si que no utilizaría otro tipo de tejido. La loneta para los laterales, la zona de asiento y la espalda pero para la base se me ocurrió utilizar un retal de tejido encerado tipo hule que tenía en casa. Así pasando un paño húmedo podría limpiar la zona que más iba a sufrir al estar en contacto con el suelo y alargar un poco los tiempos entre lavados.

Cuando diseñé como quería que se cerrara el puf, mi primera opción fue ponerle velcro, es fácil de colocar y en ningún momento me rayaría el suelo, pero tenía que comprarlo y en casa tenía muchas cremalleras así que cambié el plan. Para evitar mi miedo a rayar el suelo la solución es hacer una pestaña del mismo tejido.

Doblamos la pestaña y la ponemos en una de las piezas de la base y después cosemos la cremallera. Una vez puesta la pestaña tapará la cremallera.

Ahora solo hay que ir uniendo el resto de piezas como hemos hecho con el relleno si no quieres ponerle el cojín extra. Si se lo quieres poner sigue hasta el final del post y deja la costura entre la espalda y el asiento sin coser.

Para el cojín puedes seguir mis medidas o adaptarlas a algún relleno de cojín que tengas en casa, yo he aprovechado el porexpan que me sobraba y he fabricado mi propio relleno. La clave es dejar dos o tres centímetros extra en la parte superior para meter el cojín en la costura y quede bien limpio.Las piezas traseras quedan solapadas y no necesitamos botones ni cremalleras.

Mete esos dos cm sobrantes en la costura que has dejado sin coser en el puf y acaba de cerrarlo.

Ya tienes el puf acabado, ahora solo tienes que coger la postura y disfrutarlo, nosotros le estamos sacando más partido del que pensaba.