Ya sabéis lo que me gusta aprovechar bien los patrones, así que hoy os cuento una manera de sacarle partido al patrón de la Sudadera Rachel ahora que ya no necesitamos casi la manga larga.
Es tan fácil que podréis hacer camisetas o vestidos en una sentada, y se puede convertir en uno de esos proyectos rápidos que nos resuelven los looks de los peques.
Las piezas del patrón que utilizaremos son: el cuerpo delantero, el cuerpo trasero y la manga. Los puños de la manga, el bajo y la capucha los dejaremos para otro momento.
He alargado el cuerpo 16 cm para convertirlo en vestido, Mia usa una talla 4/5 de y es bastante alta, así que dependerá de la altura de tu peque y del look final que quieras con la prenda.
En el caso de la manga la he cortado a 13 cm, para que le cubra parte del brazo.
Para hacer el patrón de la tira del cuello solo tenéis que medir el contorno del escote de la prenda. Esa medida la multiplicas por 0,7 y así obtienes el largo de la tira que tienes que cortar para que al coserla recoja el escote y no quede desbocado, que es lo que pasa si le aplicas la medida exacta del contorno del escote. Decide que ancho final quieres de esa tira, cuando lo tengas lo multiplicas x2 y le añades los 2 cm de costura. Ya tienes el patrón de la tira del cuello. Recuerda que siempre da un mejor resultado si usas tejido específico para puño, por su elasticidad y su manera de adaptarse a las curvas.
Con eso tienes suficiente, me parece una magnífica manera de aprovechar bien un patrón que inicialmente solo está pensado para el invierno.
El tejido que he utilizado es un piqué estampado de Slow Taller. Se cose de maravilla y le da a la prenda un toque especial. Aproveché el pedido que hice para añadir un metro para hacerme una camiseta, y estoy encantada, en breve os la enseño.