Siempre lo he hecho. Cambiar patrones, hacer inventos, probar cosas.
Organizando la ropa de Mia me di cuenta de que no iba muy sobrada de mangas largas para la primavera, todo se le había quedado corto y tenía que ponerle remedio.
Me apetecía coserlas en lugar de comprarlas, así que busqué en el armario de tejidos y encontré dos felpas finas. Una estampada con nubes, rayos y lluvia que compré hace muy poco. No suelo usar estampados, pero Mia está muy interesada en las nubes y la lluvia ultimamente y me pareció buena idea hacerle su camiseta "tormenta", así la llamamos. Y la de rayas tiene historia. Tenía esos tres metros de tejido desde hace casi cuatro años. Por si me conoces desde hace poco te cuento que antes de Sisä y de tener a Mia tuve durante casi cinco años una marca de ropa, que no era de niños, en la que aprendí y disfruté muchísimo. Si quieres saber un poco más de mi puedes leerlo aquí . Pues ese tejido iba a formar parte de la colección de aquel otoño, una colección que nunca llegué a hacer. Durante este tiempo el tejido ha estado muy presente en mi "zona tejidos", pero nunca encontraba el momento de usarlo. Hasta ahora, y estoy encantada de haber esperado.
El caso es que me apetecía una prenda más tipo top o suéter que una sudadera, y claro, el catálogo de Sisä es pequeñito, así que tenía que modificar.
Elegí partir del patrón de la sudadera capucha, ahora rebautizado como Rachel, por el hombro caído. Y la verdad es que fue fácil, aunque por cabezonería no me ha quedado exactamente como quería hasta hacer la segunda prenda.
Hice primero la azul. Me empeñé en ampliar el escote y añadir centímetros al largo de la prenda sin comprobar las medidas, tenía metido en la cabeza que le quedaría corta y que no le pasaría por la cabeza. Así que venga a abrir el escote y a alargar sin fin. Cuando se la probé le quedaba en ese largo que no es ni camiseta ni vestido, y el cuello demasiado abierto, un rollo de camiseta "tormenta". Lo del largo era fácil de arreglar, le quité los centímetros que le había añadido y listo. Con el cuello me tocó descoser, por lista. No ha quedado perfecto pero la he apañado. Corté una nueva tira para el escote un poco más ancha y la podremos usar para salir de casa, lo malo es que siempre que se la ponga me voy a fijar en el cuello, de eso no me libro.
La de rayas ya salió perfecta. Sabía mis fallos y pude enfocar mi energía a casar bien las rayas para que ninguna se saliera del sitio (soy muy maniática con las costuras con los tejidos de dibujo marcado).
Los fallos que tuve los tuve por no pararme a pensar. Pensar en como es realmente el patrón de que partía todo y no quitarme de la cabeza el estilo de la camiseta Piper en la que he trabajado las últimas semanas. Y por eso se falla muchas veces, no siempre es por falta de conocimientos, es por falta de atención o por dar las cosas por hechas. Así que os animo a tomaros los proyectos con tiempo y mimo, y si de todas formas se falla, seguro que aprendemos algo.
Vamos a los cambios del patrón. El original tiene siete piezas. Para la nueva versión hay que utilizar tres o cuatro, depende del tipo de acabado de manga que quieras.
Con el delantero, la espalda y la manga tienes el top o suéter resuelto, sólo tienes que decidir algunas cosas.
Mangas
Si quieres que la manga tenga puño igual que la sudadera original tienes que incluirlo en el corte. Si prefieres acabar la manga de manera simple tendrás que alargarla para que no quede a medio brazo. Mide el ancho del puño y se lo añades para tener una manga básica. Yo he decidido ponerle un puño vuelto, en plan decorativo. No he usado el patrón que está pensado para fruncir la manga. He cortado una tira del mismo ancho que la bocamanga para poder darle la vuelta y que no quede un efecto de sudadera.
Largo
En mi primera prueba añadí 6 centímetros y me quedo demasiado largo, y eso que Mia es muy alta, así que lo mejor es que mires que largo quieres para tú peque. Cada una a su gusto. El largo que da el patrón me gusta, es con el que me he quedado.
Escote
Me hice un lío y tenía claro que tenía que ampliar el escote si quería que pasara bien la cabeza, pero creo que me pasó porque ya había aprovechado el mismo patrón para hacer una nueva versión en la que si que era necesario ampliar escote, si quieres ver que hice en ese caso puedes verlo aquí.
Para lo que os cuento hoy NO hace falta ampliarlo. En el original lleva capucha y pasa la cabeza perfectamente, así que si la quitas tiene que pasar igual.
Ahora tienes que ver como acabarlo. Con un dobladillo normal de camiseta o ponerle una tira de escote que no incluye el patrón. Para saber la medida y que no quede ondulada hay calcular el recorrido del escote ( cada talla tiene su medida) y quitarle un par de centímetros para que recoja un poco el cuello. No hay una regla básica porque no es lo mismo cortar la tira de tejido de puño que tiene una elasticidad, que cualquier tejido de punto. Cada tejido cede a su manera y te pedirá una cosa u otra. Lo que está claro que es mejor que sea un poco más corta para que quede bien adaptado. Y sobre todo, si no lo haces de tejido de puño tienes que cortarlo al bies para que se adapte a las curvas.
Yo he hecho una tira tipo sudadera pero utilizando el mismo tejido que en el resto de prenda, así le da un aire más de suéter.
Lo mejor de la versión top es que con medio metro de un tejido con un ancho de 150 cm puedes cortar hasta las tallas más grandes. Con las pequeñas te sobrará, pero te dejo un esquema para cortar las tallas de los mayores.
Y poco más, a partir de aquí está en tus manos ponerle un bolsillo en el pecho, cambiar el puño, hacerlo más largo o algo que me apetece mucho probar es hacerla de manga corta. !Creo que puede quedar muy bien!
Espero que te animes a probarlo, y que apliques estos pequeños cambios en todos tus patrones.